Rojo y una candidatura de unidad en Hidalgo



#OpiniónPolítica | Jorge Montejo 

En el argot político de Hidalgo ha comenzado a circular un rumor que despierta inquietud y expectativa: José Antonio Rojo García de Alba podría convertirse en el candidato de unidad de la oposición, integrando al PAN, Movimiento Ciudadano y PRD. Solo faltaría que el PRI se sumara a esta ecuación, aunque el tricolor parece seguir atado a las cadenas de Alejandro “Alito” Moreno, dirigente que, para muchos, ha sido el auténtico enterrador del partido. No son pocos los que sospechan que su estrategia ha sido pactar con Morena, dejar que el PRI se hunda y, desde las ruinas, asegurarse el control absoluto del histórico partidazo.

En ese contexto, Rojo representa un perfil que, guste o no, ha sabido mantener vivas sus cuotas políticas, sus diputados y una red de influencia que no se ha diluido con el tiempo. Ha sido respetuoso de los tiempos políticos, prudente en su exposición pública y, a diferencia de otros actores, no se ha desgastado en pleitos inútiles ni en protagonismos mediáticos. Este bajo perfil, en una coyuntura de hartazgo ciudadano hacia los políticos de Morena y sus chapulines oportunistas, lo coloca en una posición que algunos consideran interesante, incluso viable, para encabezar una propuesta de contrapeso.

La decepción que existe contra Morena es un capital político que alguien tendrá que capitalizar, y Rojo podría hacerlo. No porque sea un outsider —su trayectoria priista es incuestionable—, sino porque conserva un aparato del lado de la gente y con los campesinos que le permite moverse con soltura en un tablero político cada vez más fragmentado. Y en un estado donde los partidos de oposición se encuentran debilitados y sin figuras de peso real, un nombre con experiencia y relaciones de largo aliento podría convertirse en un punto de encuentro para aglutinar fuerzas.

Claro que el obstáculo principal sigue siendo el PRI de Alito Moreno, un partido secuestrado que difícilmente abrirá la puerta a un candidato que no esté dispuesto a someterse a su control. De ahí que las conversaciones sobre una candidatura de unidad para Rojo suenen más como un movimiento externo al tricolor, con la posibilidad de que PAN, PRD y Movimiento Ciudadano se adelanten y construyan un proyecto sin esperar la venia del dirigente nacional priista.

En política, los rumores pueden morir en cuestión de horas o transformarse en realidades inevitables. Lo que está claro es que, en Hidalgo, el tablero se mueve, y figuras como José Antonio Rojo García de Alba, quien no está peleado con la izquierda y fue respetuoso, con su cautela y su persistencia, haciendo política de la fina podrían pasar de ser una carta reservada a convertirse en el centro de una jugada estratégica que cambie el equilibrio del poder en las próximas elecciones.