De alcantarilla en alcantarilla



Jorge Montejo

06 de septiembre de 2025

Morena empieza a perder el encanto y, como si de circo barato se tratara, los políticos oportunistas y los medios chayoteros ya ensayan su siguiente número. No importa si es el PRI, el PAN, PRD, MC o el que se deje: lo esencial es encontrar quién pague los boletines disfrazados de “noticias” y quién reparta contratos como hostias benditas.

En Hidalgo, el caso es de risa. Basta leer a medios como Effeta, que más que periódico parece imprenta oficial del gobierno en turno. Antes repetían al pie de la letra los comunicados del PRI, luego copiaron los del morenismo como si fueran encíclicas papales, y mañana —cuando cambie la marea— regresarán sin pudor a rendirle culto a los que hoy critican. Todo a cambio de contratos de publicidad que huelen más a diezmo obligatorio que a convenio comercial.

Lo mismo pasa con los políticos de guardarropa como Natividad Castrejón, Francisco Olvera, Núñez Soto, Omar Fayad, Onésimo Serrano, Manuel Prisco, etc, etc: ayer se ponían la guayabera tricolor, panista y hoy presumen guinda con bordados de “austeridad”, pero mañana volverán a sacarse la foto con cualquier partido de oposición que les asegure un lugar en la nómina. Chapulines profesionales que lo mismo juran lealtad eterna que cambian de camiseta en un abrir y cerrar de urna. Sus discursos son reciclados, sus lealtades desechables y su coherencia una pieza de museo, porque ya no existe. 

Lo que no entienden es que la gente ya los tiene fichados. El público sabe distinguir entre periodismo y boletines de gobierno maquillados; entre políticos con ideología y mercenarios con cargo. El problema para ellos es que mientras siguen saltando de barco en barco, el pueblo ya se cansó de pagarles el boleto del crucero.