Maria Gil
09/09/25
El capitán Adrián Omar del Ángel Zúñiga, integrante de la Secretaría de Marina-Armada de México, perdió la vida durante una práctica de tiro real en Puerto Peñasco, Sonora. La institución confirmó el hecho a través de un comunicado en el que expresó condolencias a la familia del marino y aseguró que brindará todo el respaldo legal y administrativo correspondiente.
Del Ángel Zúñiga ocupó anteriormente un puesto clave: fue el responsable de la aduana en el puerto de Manzanillo, Colima, considerado uno de los puntos neurálgicos del comercio marítimo y también de las rutas del contrabando. Su traslado a Sonora se dio tras dejar esa posición, en la que lo sucedió el contralmirante Fernando Rubén Guerrero Alcántar, asesinado meses atrás tras denunciar posibles actos de corrupción ligados al tráfico de combustible.
La versión oficial señala que la muerte de Del Ángel ocurrió en un accidente durante ejercicios de adiestramiento, sin embargo, su trayectoria en puestos de alta responsabilidad lo coloca en el mismo entorno en el que recientemente han fallecido otros integrantes de la Marina. Apenas un día antes, el 8 de septiembre, el capitán de navío Abraham Jeremías Pérez Ramírez, señalado por presunta participación en una red de huachicol fiscal, se quitó la vida en sus oficinas en Altamira, Tamaulipas, de acuerdo con las primeras investigaciones de la FGR.
En menos de 48 horas, la Marina ha perdido a dos oficiales de alto rango en circunstancias distintas y en estados distintos. Las coincidencias temporales, aunadas al contexto de investigaciones por corrupción y contrabando en puertos estratégicos, generan suspicacias en la opinión pública y reavivan las dudas sobre la capacidad de la Semar para garantizar seguridad interna en sus operaciones y en sus mandos. Mientras tanto, la institución mantiene la versión de que el caso de Sonora fue un accidente en entrenamiento y que el de Altamira corresponde a un asunto personal.
El capitán Del Ángel Zúñiga, con una carrera marcada por responsabilidades sensibles, pasa a engrosar la lista de marinos caídos en medio de un contexto donde el combate a la delincuencia organizada y la vigilancia de las aduanas se entrecruzan con denuncias de corrupción, presiones internas y un manto de opacidad.
