Una joven de origen venezolano, identificada como Yusvely Marianny N., perdió la vida la tarde del miércoles 22 de octubre al arrojarse desde un puente peatonal ubicado sobre la Vía Atlixcáyotl, a la altura del Centro Integral de Servicios (CIS), en la ciudad de Puebla.
De acuerdo con los primeros reportes, minutos antes del hecho la joven habría sostenido una conversación telefónica con su pareja, a quien confesó su intención de quitarse la vida. Pese a que el joven alertó a las autoridades, los cuerpos de emergencia no lograron llegar a tiempo.
El incidente provocó una intensa movilización de elementos policiales y de auxilio en la zona. La Fiscalía General del Estado de Puebla abrió una carpeta de investigación para esclarecer las circunstancias del suceso y brindar acompañamiento a los familiares.
En redes sociales, Yusvely dejó un mensaje de despedida, donde compartió el dolor emocional que atravesaba, mencionando que había sido víctima de abuso sexual y que ya no encontraba fuerzas para continuar. Sus palabras reflejan la profunda soledad que viven muchas personas que enfrentan trastornos de depresión y ansiedad sin recibir la atención o el acompañamiento necesario.
Este trágico hecho vuelve a poner sobre la mesa la urgente necesidad de atender la salud mental, de romper los tabúes y de fomentar redes de apoyo reales para quienes atraviesan momentos de desesperación. La depresión no siempre se nota, pero puede estar presente detrás de una sonrisa o una vida que parece estable.
Las autoridades y especialistas en salud mental reiteran que pedir ayuda es un acto de valentía, no de debilidad, y que siempre existen alternativas antes de llegar a decisiones irreversibles.
En México, quienes atraviesan una crisis emocional pueden comunicarse de manera gratuita y confidencial a la Línea de la Vida marcando el 800 911 2000, disponible las 24 horas del día.
Recordar que una llamada, un mensaje o una escucha empática pueden salvar una vida.

 
 
 
 
 
