El programa, con personajes emblemáticos y humor satírico, se convirtió en uno de los más importantes de su época y marcó generaciones. En televisión, Manzano participó en múltiples proyectos, pero en años recientes destacó por su personaje de Don Arnoldo López en la serie “Una familia de diez”, donde nuevamente conquistó al público con su estilo clásico y a la vez renovado. Tras conocerse su fallecimiento, actores, medios de comunicación y fanáticos expresaron su pesar y reconocieron la larga trayectoria del comediante, considerado una de las figuras más influyentes del entretenimiento en México.
El legado de Eduardo Manzano permanece vivo en la memoria colectiva: un creador de personajes inolvidables, pionero de la comedia televisiva y un artista que mantuvo su vigencia durante más de seis décadas. Su partida deja un vacío en el espectáculo, pero también una obra imborrable para el humor mexicano.
