EL PRI: CUANDO LOS CORRUPTOS FUERON CONTRA LA CORRUPCIÓN.


Por Álvaro López
El Cerebro Habla.

¿Son ciertas las acusaciones que caen sobre Ricardo Anaya? No lo sé, existen posibilidades de que así sea porque todo lo revelado pareciera reflejar, a mi parecer, algo turbio. En caso de que las acusaciones fueran verdaderas, a Anaya tendría que caerle el peso de la ley con todo lo que ello implica. 

Pero en este artículo no quiero hacer crítica de Ricardo Anaya, ya habrá tiempo de hacerlo, sino del PRI:

El PRI está desesperado porque su candidato parece no levantar y necesita a como dé lugar quitarle el segundo lugar al candidato del PAN para poder tener aspiraciones en esta contienda electoral. Algunos dirán que, como sea, qué bueno que se exhiban las supuestas tropelías del candidato queretano, pero la forma en que esto se hace incluso puede hablar más mal del PRI que de Ricardo Anaya. 

¿Por qué?

Porque el PRI está utilizando a instituciones como la PGR con propósitos políticos. Al estar en el gobierno, ve fácil usar el aparato del Estado compuesto por instituciones débiles a su servicio. Básicamente, está corrompiendo a las instituciones en beneficio de sus intereses. Así de paradójico e incluso cínico suena.

Pareciera, a simple vista, que ahora la PGR sí le está echando ganas, cosa que no sucedió ni con Odebrecht, ni con la casa blanca, ni con OHL, ni con la Estafa Maestra, ni con los desvíos en los que está involucrada Rosario Robles. Y es que en México las instituciones nunca tocan a los hombres de poder a menos que se trate de una venganza, un ataque, o la presencia de algún político muy corrupto que termine por afectar los intereses de los otros (como el caso de los ex gobernadores). 

Nadie habla del uso despiadado que el PRI está haciendo de las instituciones, ni López Obrador, ya que sabe que le será mucho más cómodo tener a José Antonio Meade como rival que a Ricardo Anaya y por tanto le conviene hacer leña del árbol caído. Tampoco lo hace así el calderonismo (Margarita, Felipe Calderón y similares) quienes tienen una fuerte rencilla con el candidato panista. Si bien no es criticable que critiquen a Anaya (más si las acusaciones llegaran a ser ciertas), sí es muy criticable que “hagan mutis” con respecto a la corrupción de las instituciones con propósitos electorales. Aquí no hay discurso de fortalecimiento de las instituciones ni nada parecido ya que importan más los intereses políticos y de poder. 

Estas semanas serán muy importantes y podrán definir el transcurso de la campaña electoral. Las siguientes preguntas vienen a la mente ¿Caerá Anaya en las encuestas? ¿Terminará fortaleciéndose más bien? Dependerá mucho, a mi parecer, de la estrategia que utilice el panista, ya que puede insistir en que el PRI es un partido tan corrupto que utiliza a las instituciones con fines políticos en vez de que estas se encarguen de combatir la corrupción, que por cierto, ha sido una constante en el gobierno de Peña Nieto.

La estrategia del PRI es muy evidente: destruyamos a Ricardo Anaya con ayuda de las instituciones que están bajo nuestro control para después hacer lo propio con López Obrador. Aunque la verdad es que el tabasqueño será un hueso todavía más difícil de roer. En los careos que han hecho las encuestadoras, Meade se encuentra en franca desventaja contra AMLO, cosa que no ocurre en el careo de Ricardo Anaya contra AMLO, ya que si este último las lleva de ganar, Anaya se muestra competitivo. 

Además, Anaya es un político que está buscando construir una narrativa, por lo cual los golpes a su persona pueden afectarle más; López Obrador no, ya que todo el mundo lo conoce y ya se hizo una idea de él. De hecho, ha logrado bajar un poco sus negativos gracias a la ira de la gente con el gobierno actual y también a que en esta campaña se ha mostrado menos beligerante. 

Si López Obrador ya es el candidato favorito para ganar las elecciones, con un eventual descalabro de Anaya, las posibilidades de AMLO aumentarán todavía más; ya que parece ser que entre la ira de los mexicanos contra el PRI contra el miedo hacia López Obrador, terminará, muy probablemente, por imponerse la primera. 

Además, si Anaya no utiliza este ataque en su favor mostrando al PRI como el partido corrupto que es, que utiliza a las instituciones para corromper y beneficiar sus intereses, AMLO bien podría hacerlo, ya que este tipo de ataques, donde algunos medios de comunicación están inmiscuidos, refuerzan su tesis de la mafia en el poder. 

Como decía, estamos en uno de los puntos más álgidos de la campaña, ya que lo que pase en estos días configurará el escenario bajo el cual se desarrollará ahora sí la campaña oficial. Dependerá mucho del manejo que Ricardo Anaya le de a las acusaciones que se vierten en su contra.

¿Y las instituciones? Bien gracias. Trabajando para el beneficio de unos pocos, en vez de que trabajen en beneficio de todos los mexicanos.