EL GRUPO HIDALGO Y SU MUNDO DE CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD.


Por Jorge Montejo.

La corrupción política se refiere al mal uso del poder público para conseguir una ventaja ilegítima, generalmente de forma secreta y privada. 

Todos los tipos de gobierno son susceptibles de corrupción política. Las formas de corrupción varían, pero las más comunes son el uso ilegítimo de información privilegiada y el patrocinio; además de los sobornos, el tráfico de influencias, las extorsiones, los fraudes, la malversación, la prevaricación, el caciquismo, el compadrazgo, la cooptación, el nepotismo, la impunidad, y el despotismo. 

En este orden de ideas, podemos decir que las administraciones de los últimos exgobernadores priistas de Hidalgo, al parecer reúnen casi todos los elementos y formas de corrupción, ya que de acuerdo con una declaración para el portal Eje Central, otorgada por el operador financiero del ex gobernador Francisco Olvera Ruiz, Pablo Pérez Martínez, desde hace dos décadas se tejió una red de corrupción y desvió de recursos sin precedentes en el estado de Hidalgo. 

En efecto, el contador Pérez, narra como a pellizcos, el exgobernador de Hidalgo, Francisco Olvera, desvió 2.7 MMDP, de la Secretaría de Educación Publica y la Secretaria de Salud de esa entidad durante su periodo como Gobernador para tejer una red profunda de complicidades para financiar operaciones políticas, con las cuales fue incrementando su patrimonio.

De acuerdo con las declaraciones de Pablo Perez, cuando Miguel Ángel Osorio Chong se convierte en candidato a gobernador, Olvera Ruiz se suma a su campaña, pues es alguien a quien ya conocía; incluso tenía una relación de compadrazgo con su hermano Eduardo Osorio Chong, quien lo impulsa posteriormente como secretario de Gobierno dentro de la administración de su hermano.

Después, Osorio lo manda como Presidente Municipal de Pachuca, y estando en esa posición, Olvera comenzó a hacer su ronchita para su candidatura a la gubernatura de Hidalgo. Lo anterior de acuerdo con el testimonio de su operador financiero, ya que ahí es cuando a través de una auditoria interna privada, le encontró muchísimas facturas apócrifas.

En alguna ocasión, cuando Olvera ya había sido el ungido de Osorio Chong como candidato del PRI a la gubernatura de Hidalgo,  citó a su operador financiero en su casa de campaña y ahí es donde le solicitó que le llevara sus gastos de campaña, por lo que también le ordeno que buscara a Nuvia (Mayorga), Secretaria de Finanzas del gobierno osorista, quien se encargó de palomear el presupuesto para la contienda política.

Sin embargo, de acuerdo con Eje Central, las finanzas que llevaba Pablo Pérez no eran las oficiales, sino aquellas en las que se gasta más dinero y no se tiene que justificar: “se manejaban dos presupuestos el oficial y el que es por debajo del agua, y justamente el que Pérez hizo fue el de por debajo del agua, porque el oficial era muy pobre pero inteligentemente tanto Osorio (Chong) como la secretaria de finanzas Nuvia Mayorga mandaban a un contador para que él fuera el que llevara ese dinero, o sea el extraoficial.

Así, cuando Olvera se convirtió en gobernador de Hidalgo, el uso de recursos públicos aumentó y de acuerdo con las declaraciones de Pablo Pérez, solicitaba no menos de 20 millones de pesos en cada petición que le hacia como subsecretario de finanzas de la Secretaria de Educación Pública, de esta forma, año con año fue pellizcando el gasto público, hasta que en 5 años desvió 2 mil 700 MDP, solo de la SEPH, lo que fue corroborado con transferencias y cheques que revisó Eje Central.

Sin embargo, hasta la fecha solo se ha responsabilizado a diversos funcionarios de peso menor de la SEPH y en las acusaciones no se registra todo el dinero desviado, y pareciera que fueron los integrantes del área de finanzas de la Secretaria de Educación quienes se beneficiaron, porque las investigaciones, hasta ahora, no han involucrado al exgobernador.

Para Pablo Pérez no hay duda, el destino del dinero desviado fue a parar a Suiza en cuentas de Olvera Ruiz, al igual que en gasolineras y desarrollos inmobiliarios, incluso el dinero público fue utilizado en contra del entonces candidato del PRI Omar Fayad, en virtud de que no era el delfín del Grupo Hidalgo para la gubernatura de ese estado, recordemos que en aquel momento hasta los puentes se caían. 

De igual forma, es importante mencionar que entre las personas que conocían todas estas operaciones y que también se beneficiaron, Pérez Martínez cita a Nuvia Mayorga, expresidenta de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, mujer inseparable del también exgobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong, y ahora ambos candidatos al Senado de la República, con la diferencia de que este último busca ser el líder de la cámara alta. 

Pero eso no es todo, a toda esta red de corrupción debe sumarse también que hace algunos meses el portal Animal Político, informó que el gobierno anterior de Olvera Ruiz entregó 25 contratos de obra pública (incluido el Tuzobus) por más de 771 millones de pesos a Operadora Mersi, la empresa de Ernesto del Blanco, su constructor favorito.

Así mismo, no debe pasar desapercibido, que la anterior administración de Hidalgo deja envuelto a su estado en un mar de escándalos de nepotismo y tráfico de influencias, ya que desde la Secretaría de Gobierno se realizó la entrega furtiva de decenas concesiones de taxi y patentes de notario a diversos funcionarios con conflictos de interés, situación que coloca a esta entidad federativa en una crisis de corrupción e impunidad severa, ya que hasta el Tribunal Superior de Justicia de Hidalgo, se encuentra controlado por el hermano incomodo del ex secretario de gobernación, para que los asuntos trascendentes queden impunes.

Por lo que, ante los escándalos de corrupción y la red de complicidades que han salido a la luz en Hidalgo, podría ser que el ex gobernador José Francisco Olvera Ruiz corra la misma suerte de Javier Duarte, ya que los rumores de desvíos de recursos y actos ilegales comienzan a retumbar a nivel nacional y en plenas campañas políticas, justo cuando el Grupo Hidalgo se desmorona al haber traicionado al Presidente Enrique Peña Nieto, enviándolo a un abismo sin fondo durante todo el sexenio, y ahora  apoyando por debajo del agua a Andrés Manuel López Obrador, tal y como se sabe por estos lugares hidalguenses.

Lo anterior, en virtud de que a Osorio Chong y a su grupo le conviene ganar solo sus senadurías y la derrota de Meade, para convertirse en la fuerza política con mayor peso de lo que quede del PRI, y desde el senado buscar de nuevo la presidencia de la república sin importar a quién aplasten o sin importar las divisiones que generen.

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Fuente: Eje Central.